Informe. Impactos Potenciales del COVID-19 sobre la Distribución del Ingreso Laboral

Publicamos el cuarto informe de análisis sobre los impactos de la pandemia COVID-19, esta vez con referencia a la distribución del ingreso y el mercado laboral.

Las acciones encaminadas a mitigar el ritmo y cantidad de contagios derivados de la epidemia de la COVID19 en México llevaron a que las autoridades de salud impulsaran el cierre de actividades económicas, educativas y sociales, acompañadas por la implementación de una campaña de distanciamiento físico a partir del 23 de marzo del presente año.

Las medidas internas y externas tomadas a raíz de la pandemia, al impactar la actividad económica, inciden directamente en los niveles de ocupación y en los ingresos derivados del trabajo. Los cierres de actividades económicas y la caída en la demanda (tanto interna como externa) generan un escenario de baja aguda en el Producto Interno Bruto (PIB). De acuerdo con los resultados de nuestras previsiones, el PIB podría descender en 8.7% y el desempleo abierto se incrementaría en más de un millón de personas.1 Esto significa una pérdida de puestos de trabajo en diversos sectores y ocupaciones específicas, particularmente los directamente afectados por los cierres de actividades consideradas como no esenciales, así como por el quiebre en las cadenas globales de producción e indirectamente, por la difusión a lo largo de la economía de estos procesos de contracción de las actividades de producción y distribución.

Calcular la pérdida de puestos de trabajo y la consecuente caída en los ingresos, en medio de las restricciones impuestas por la pandemia para el levantamiento de encuestas y estadísticas, representa una tarea difícil. Incluso una encuesta particularmente útil para analizar el trabajo como es la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) fue suspendida temporalmente debido a la imposibilidad de llevar a cabo el trabajo de campo.


Frente a la ausencia de estimaciones alternativas que incluyan datos por sector, ocupación o región, sólo queda el camino de hacer estimaciones a partir de los datos existentes, planteando hipótesis alternativas sobre el comportamiento de grupos de ocupaciones y sectores, pero buscando que sean consistentes a otras metodologías elaboradas por agencias e instituciones internacionales. Esta tarea implica la elaboración de escenarios considerando diferentes niveles de pérdida de ingresos derivados de la caída en la actividad económica.